En el Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (Enohsa) afirmaron que mantienen un trato cordial con la Sociedad Aguas del Tucumán (SAT). Que las tareas de recepción de la planta depuradora de líquidos cloacales en Las Talitas de parte de la empresa -con mayoría de participación estatal- están bien encaminadas. Incluso, adelantaron que es probable que la obra pase a manos provinciales la próxima semana. Sin embargo, emitieron una respuesta con contrapuntos con respecto a la nota que había sido enviada la semana pasada por la firma a cargo de los servicios de agua y cloacas.
El texto lleva la firma del administrador del Enohsa, Luis Jahn, y está dirigido al titular de la SAT, Fernando Baratelli. En la misiva se rechazó que se haya impedido a personal de la empresa el ingreso al predio ubicado a orillas del canal norte. Se señaló que trabajadores de dicha firma ingresaron a la planta en mayo, para una capacitación, y además de que hubo otro acceso el 30 de septiembre. También se precisó: “el Enohsa no recibió de la SAT solicitud alguna de visita a la planta de verificación de equipamiento ni de entrega de documentación con anterioridad al 7 de octubre de 2019”.
Versiones cruzadas
La semana pasada, a través de un comunicado, la SAT había asegurado que necesitaba que el Enohsa instruya a la empresa contratista (Lo Bruno Contratista SA) para que autorice el relevamiento de la planta para constatar que las instalaciones cuenten con los elementos necesarios para su normal puesta en funcionamiento. Ese chequeo final sería el último paso para que Tucumán reciba la obra que beneficiará a 130.000 vecinos de Las Talitas y alrededores.
El subadministrador del Enohsa, Alejandro Ávila Gallo, aseguró ante LA GACETA que la planta -enmarcada en el Plan Belgrano- siempre estuvo a disposición de la SAT. “Tanto es así que en mayo se han capacitado (empleados) sin problemas. Nunca se le ha prohibido el ingreso (a la empresa), pasa que nunca ha habido iniciativa de la SAT de visitar la planta”, dijo.
En junio, Baratelli había enviado al ente nacional una nota solicitando que se instruya a la empresa contratista para que se ponga en la brevedad en marcha la planta. Sin embargo, el 30 de septiembre, previa a la visita del jefe de Gabinete Marcos Peña, rechazó un intento de transferencia de parte del Enohsa. “No es fácil recibir una planta de estas características a ciegas. Eso es lo que estaban pretendiendo”, justificó a este diario.
Polémica y política
En ese sentido, Ávila Gallo aseguró que la SAT no ha sido congruente. “Tiempo para hacer el relevamiento han tenido, pasa que nunca lo han pedido. Obviamente que tenían que pedir autorización al Enohsa para entrar a la planta y siempre se les ha permitido entrar. Nunca ha habido negativa de parte del ente para que la SAT visite la planta”, insistió.
Voceros del área de relaciones institucionales de la empresa tucumana negaron haber tenido fácil acceso a la planta, como manifestó Jahn en el texto. Incluso, aseguraron que se les impidió el acceso en una oportunidad para hacer fotos para facilitarle a la prensa. De todos modos, remarcaron que desde la semana pasada se están reuniendo las partes para avanzar con los chequeos de recepción. “El objetivo de la SAT es que se allane todo y que no se genere otro tipo de circunstancias, sino que haya un traspaso. Lo que haya pasado, ya pasó. Estamos ahora en una etapa de finalizar”, expresaron. Además, remarcaron que es prioridad para la empresa que se ponga en funcionamiento la obra.
Ávila Gallo adelantó que es probable que hoy se conforme el acta de cierre de tarea, con el inventario confeccionado y chequeado por la SAT. Luego de eso, el funcionamiento de la planta comenzaría en pocas semanas.
La depuradora de líquidos cloacales se licitó en 2012 y comenzó a construirse en marzo de 2013, en un predio cedido por la Provincia. Según consta en el Expediente N° 144/2012, la obra se ejecutó con fondos de la Nación. El monto final de la obra era de $ 208 millones, mientras que el monto actualizado ascendió a casi $ 876 millones.
La polémica en torno a la obra se dio con la visita de Peña, que acusó a la SAT de no tener “voluntad política” para recibir la obra. “Parecería que hay que venir a ponerle lupa para que haya reacción”, se había quejado.